En un alto en su actividad, el múltiple campeón sudamericano Pablo Peláez estuvo de espectador en el Rally de Catamarca, fecha puntuable por el Campeonato Argentino de la especialidad.
La oportunidad fue propicia para saludar a viejos amigos y contrincantes de los serranos caminos catamarqueños.
En su recorrida, tras presenciar la competencia en el tramo comprendido entre Portezuelo-Palo Labrado, Peláez ingresó al parque de asistencia ubicado en el predio ferial, en el que anualmente se realiza la Fiesta Nacional del Poncho.
Allí se encontró con los integrantes del equipo de DS y su jefe, Daniel Salvano, que en el 2002 le asistió el Peugeot 306 y el Seat Ibiza con el que conquistó el campeonato argentino de rally.
También intercambio saludos con los mecánicos del Baratec, Schoedder, Lucich Competición, Aníbal Campos y los equipos de la tracción simple nacional, que realmente sorprenden por su estructura en el parque de asistencia.
“Observar el nivel alcanzado por el rally argentino es saludable y gratificante, tanto a nivel de equipos como competitivo. La evolución es plena y no se detiene, habla a las claras del aporte económico a categoría, principalmente de concesionarias y empresas”, destacó el piloto.
Sobre las futuras actividades, Pablo Peláez prosigue trabajando en el armado del Peugeot 206 con el que ganó el Mundial de Argentina 2012 y el rally internacional de Erechím.
“Veremos de realizar alguna competencia previa a la de Bolivia, que nos permita desarrollar algunos elementos nuevos y sacar los detalles que puedan surgir en el auto que fue desarmado íntegramente tras el rally de Brasil”, añadió.
Sobre su futuro en la especialidad y el cambio de categoría en el 2013, Pablo Peláez insistió con algo tan especial y determinante en cualquier categoría: presupuesto.
“Lamentablemente no disponemos de recursos que nos permitan ni comprar ni alquilar un tracción integral, que sería mi mayor aspiración, pero seguiremos trabajando en función de ese objetivo”, sintetizó.
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