EL ULTIMO PODIO DEL AÑO EN LA RIOJA, DESPUES DE MUCHOS POR VARIOS PAISES |
De aquel chango de 17 años que asombro al mundo del rally coronándose como el campeón argentino mas joven de la historia, queda muy poco. La humildad, que es el tesoro mas grande que un ser humano puede atesorar, es el atributo mas preciado que a través del paso de los años, mantiene Pablo Alejandro Pelaez.
Hoy mas allá de ser una marca registrada en el automovilismo sudamericano, sigue siendo el mismo de siempre. El que buscaba la complicidad de algún baldío del Barrio Jardín para darle a la redonda con sus amigos de ayer, que son los mismos que los de hoy, y seguramente serán los del mañana. Claro que hoy se multiplicaron y las tonadas se multiplicaron. Los hay de todas las provincias y de los países vecinos. Son los amigos que el automovilismo le permitio cosechar. "No solo de trofeos vivimos los deportistas, también de amigos, que es lo mas importante", lo dijo en alguna oportunidad el quintuple.
Este Pablo Pelaez se hizo mas hombre, mas piloto, mas compañero de su auto, del que aprendió a conocer todos sus secretos. Hoy Pablo y el Peugeot 206 se fusionaron. Hombre y maquina son una sola cosa de ganar y ganar. Una marca registrada. Ni mas ni menos.
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