A MODO DE PRESENTACION

No hay recetas mágicas. Tampoco tácticas y estrategias que se puedan elaborar en una oficina. Hay que proponerse y animarse, con fé, alegria y esperanza. Sin miedos, dejando de lado la cultura del temor. Superando el "no se puede" y recuperándose ante la adversidad. En la vida y en el deporte, jamás debemos olvidar ni renegar de nuestros orígenes. Saber quienes somos, a donde vamos y a donde queremos llegar, con humildad y sacrificio. Pablo Peláez

lunes, 8 de octubre de 2012

EL CAMPEON MAS JOVEN DE LA HISTORIA

 
Pablo Alejandro Peláez es dueño de un récord muy peculiar: el piloto más joven de la historia del automovilismo argentino en consagrarse campeón en autos con techo.
En noviembre del 2002, con apenas 18 años cumplidos, se consagró campeón argentino de la competitiva Clase A7 FIA, reservada para máquinas con motor 2.000 cc y más de 180 HP.
Tiempos difíciles aquellos. Un calendario exigente y largas distancias que debíamos recorrer para competir en distintas provincias argentinas.
La falta de recursos económicos y rivales de jerarquía, como el caso del “Rauly” Martínez, con Renault Clio atendido por el equipo de Gabriel Raies Competición, por aquella época el de mayor estructura, con Luis Pérez Companc y Juan Pablo Raies, como pelitos de elite.
Y Pablo Peláez nunca se achicó. En su ruta, no sólo en los tramos de velocidad, se vio obligado a superar toda clase de escollos, de los netamente deportivos y los otros.
En la antesala del título argentino, cuando el entonces gobernador Carlos Juárez influyó para que a Pablo Peláez no recibiera ningún apoyo oficial ni privado, pretendiendo (nunca pudo) contrarrestar el ejercicio profesional de periodista y máxima autoridad del Círculo de la Prensa de Santiago del Estero de quien escribe esta nota.
A pocas horas se iniciar el viaje a Neuquén, en el que se definía el título argentino entre Pablo y Rauly, las puertas se mantenían herméticamente cerradas.
“Si el viejo se entera que te doy un auspicio, nos borra del mapa para siempre”, fue la respuesta de un conocido empresario santiagueño, confirmando el miedo y el temor que siempre denunció el obispo Gerardo Sueldo..
Otro, que a través del tiempo prefirió el anonimato, se jugó y nos ayudó con 150 litros de gasoil para la camioneta que tiraba el SEAT Ibiza que alquilamos a Diego Domínguez para reemplazar al Peugeot 306.
"De esta ayuda, ni a tu propia almohada, si llega a oídos de Juárez, estamos en la calle", pidió como suplicando.
Allí surgió el amor propio de la familia, para aportar lo que fuera necesario, al igual que el navegante Ale Pascual, que recurrió a empresas amigas de Tucumán, para hacer frente tamaño compromiso...prácticamente sin nada.
Recuerdo que en la fría noche, en pleno desierto de La Pampa, con bidón y manguera, tuvimos que detener la marcha para cargar el gasoil que nos permitiera llegar a destino, además de reparar con manchones las desgastadas gomas del trailler que reventaban de viejas y secas.
El reconocimiento de los caminos quedó limitado a una pasada, para marcar la hoja y el alojamiento, un pequeño y abandonado albergue gratuito, castigado por el fuerte viento de arena durante la noche.
Ya en carrera y con un mismo y gastado juego de gomas, Pablo Peláez hizo una carrera inteligente y de esa manera pudo conquistar el título argentino, el primer objetivo de una historia que merece ser contada.
Ese mismo año -2002- el piloto del barrio Jardín ganó varias carreras, entre ellas el Homenaje a Jorge Raúl Recalde, en Villa Dolores (Córdoba).
Un título que valió cientos de elogios, entre ellos el de Gabriel Raíes: “Con este santiagueño hay que sacarse el sombrero”y el Gonzalo Barceló: “un pilotazo a corto plazo”.
Y no se equivocaron, a los pocos años comenzó su extraordinaria incursión y trayectoria  de múltiple campeón internacional en el CODASUR-FIA.
Una etapa de gloria, llena emociones y sacrificios. De permanente esfuerzo para superar las piedras que nos colocaban en el camino. Gracias a Dios pudimos superar a todas con la conquista del campeonato argentino de rally.
                                                                              EDUARDO E PELAEZ (pelaezee@gmail.com)

No hay comentarios:

Publicar un comentario